Imputan al responsable de un grupo de montaña por la muerte de una aficionada
La fallecida, de 39 años, pereció
por «hipotermia y agotamiento extremo» y formaba parte de un grupo de 19
personas que había viajado a la Sierra de Gredos desde Bilbao
Iratxe Urrutia, una montañera bilbaína de 39 años, falleció
el viernes en Ávila víctima del «agotamiento extremo e hipotermia» que
sufrió cuando realizaba una ruta en la zona de Puerto del Peón, en la
Sierra de Gredos. La mujer formaba parte de un grupo de 31 personas que
había viajado a tierras castellanas con el club Bilbao Alpino para pasar
una Semana Santa de montaña. Otro de los integrantes de la expedición,
Pedro Conejo, de 53 años, también sufrió los mismos problemas y llegó a
quedar en coma pero consiguió sobrevivir, aunque se encuentra ingresado
en el Hospital Sonsoles de Ávila en estado grave. Según informaron
fuentes de la Delegación del Gobierno en Castilla y León, el responsable
del grupo de montaña ha sido imputado por los delitos de «denegación de
auxilio y homicidio imprudente». Del caso se encarga el juzgado de
Primera Instancia e Instrucción número 1 de Piedrahíta, cuya titular
dejó en libertad al imputado después de que fuese detenido por la
Guardia Civil.
El grupo de montañeros salió de Bilbao el jueves a las
siete de la mañana con el fin de pasar una Semana Santa haciendo rutas.
Según el responsable de la expedición ahora imputado, que prefiere no
revelar su identidad, el viernes amaneció con lluvia, de manera que solo
18 de los 31 montañeros optaron por hacer el recorrido previsto: La
Mira, (2.349 metros), una caminata de 18,5 kilómetros con una ascensión
acumulada de 1.125 metros. «Hacía malo, pero era un día como tantos
otros, no ha habido ninguna negligencia», aseguraba ayer consternado y
aturdido por la tragedia.
¿Qué ocurrió? Primero, el relato del Servicio de
Emergencias. A las 18.18 horas, el 112 de Castilla y León recibió la
llamada de un grupo de cinco montañeros sevillanos que realizaban la
ruta del Puerto del Peón y que se habían encontrado con dos personas que
necesitaban ser rescatadas. Ambas pertenecían al grupo de vascos y
padecían hipotermia. Pero uno de ellos, Pedro, estaba inconsciente tras
haber sufrido «un desfallecimiento por cansancio». La zona, totalmente
nevada, era inaccesible para vehículos y fue movilizado el helicóptero
de rescate de Protección Civil.
Tras establecer contacto visual con el herido, el
helicóptero tomó tierra en un llano cercano. Los rescatadores
inmovilizaron a Pedro en una camilla y lo introdujeron en el aparato
para evacuarlo hasta el helipuerto de Hoyos del Espino, el pueblo donde
estaban alojados y donde esperaba una ambulancia de soporte vital básico
con un equipo médico, que se encargó de trasladar a la víctima hasta el
Complejo Asistencial de Ávila, es decir. El hombre llegó en coma pero
salió de esa situación.
A continuación, los rescatadores volvieron al lugar a por
el compañero de la víctima, que también presentaba una leve hipotermia y
agotamiento, y lo evacuaron a Hoyos del Espino. Allí, no precisó
finalmente atención sanitaria.
A los pocos minutos, según el relato del 112, los
sevillanos volvieron a contactar con el Centro Coordinador de
Emergencias para comunicar que había otra montañera, Iratxe, que
necesitaba ser rescatada a unos 500 metros de la zona en la que
localizaron a las dos primeras víctimas. El helicóptero volvió y
encontró a la mujer «inconsciente y en estado crítico». La evacuaron
también a Hoyos de Espino, donde esperaba una UVI móvil. Tras
reanimarla, fue trasladada al hospital, pero su estado era crítico y
terminó falleciendo.
Cuando el helicóptero de rescate se llevó a la última de
las víctimas, los rescatadores de la Junta de Castilla y León, junto con
otros dos miembros del Grupo de Rescate Especial de Intervención en
Montaña (Greim) de la Guardia Civil ayudaron a bajar a los cinco
montañeros de Sevilla que habían localizado a los vascos.
«Iba muy bien equipada»
¿Cómo una ruta sin grandes dificultades aparentes pudo
terminar en una tragedia de esas proporciones? Ahora, el relato del
responsable del grupo. Según asegura el monitor de Bilbao Alpino, desde
que salieron «estuvo lloviendo casi todo el tiempo. «Íbamos calados, con
mucho frío. Todos íbamos fastidiados». Tras hacer cima en La Mira y
continuar con la travesía unos cientos de metros «vimos que había palas
de nieve muy inclinadas», por lo que optaron por dar la vuelta y
regresar por donde habían llegado.
Iratxe y Pedro se encontraban mal. Ella no era habitual en
el Bilbao Alpino Club, pero iba «muy bien equipada, con crampones y
piolet» y el día anterior había demostrado fortaleza en la subida a Pico
Zapatero: «Llegó de las primeras». Pedro, por su parte, sí es de los
casi fijos, «fortísimo, nadie preveía que podría pasarle esto».
El caso es que el grupo continuó bajando. A cierta
distancia iba Iratxe con otra chica, y tras ellos, «Pedro y otro
compañero». «Los veíamos todo el rato, hasta que empezamos a bajar
Puerto del Peón», donde la orografía impedía el contacto visual. Pero
estaban acompañados, así que la expedición de vascos siguió
descendiendo. El grupo se cruzó con los sevillanos, que subían, y les
informaron de que más arriba se encontrarían con los rezagados.
Efectivamente, los andaluces se cruzaron con las chicas, «le dieron una
barrita a Iratxe», y continuaron su ascenso. Hasta que, a unos cientos
de metros, se encontraron con los dos hombres. Ante el mal estado de
Pedro, llamaron al 112. ¿Por qué no lo hicieron antes sus propios
compañeros? «El que estaba con él no tenía cobertura. Le había puesto
una manta térmica y le estaba dando masajes para que entrase en calor»,
relata el responsable.
Hecha la autopsia
Tras el rescate, los andaluces abandonaron el ascenso,
dieron la vuelta y comenzaron a bajar. Entonces se volvieron a encontrar
con Iratxe, que había empeorado de manera notable. Y su acompañante,
«que tenía un móvil de esos táctiles, no podía llamar». Entonces fue
cuando pidieron ayuda por segunda vez al 112. «Todo ocurrió en cuestión
de minutos», asegura el ahora imputado. Aunque en esa ocasión la
asistencia no llegó a tiempo para poder revertir el grave estado en el
que se encontraba la bilbaína.
La expedición organizada por el Bilbao Alpino Club tenía
planes de hacer monte hasta mañana, cuando está previsto su regreso a la
capital vizcaína. En la noche de ayer, después de que el imputado
llegase de declarar ante la juez, el grupo decidió permanecer en Hoyos
del Espino hasta la fecha que tenían prevista por dos razones.
Especialmente, «para arropar a la familia de Iratxe», que a última hora
de la tarde de ayer llegó al pueblo. Aunque también para esperar a
Pedro, «que sigue ingresado pero posiblemente le darán el alta mañana o
pasado (por hoy o mañana)», explicó el responsable del grupo. «Así
podemos llevarle de vuelta con nosotros».
Desde la Delegación del Gobierno informaron de que ayer
mismo se le hizo la autopsia a la fallecida, aunque los resultados no
han trascendido. El imputado, por su parte, reitera que el final trágico
de una salida que prometía ser memorable fue fruto de la fatalidad.
Diario vasco
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Federación Andaluza de Espeleología
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