J. J. Guarch Rodríguez. Grupo Espeleológico Cristal.
J. E. Corella Varona Grupo de Exploraciones Científicas de Gibara.
Revista Espelunc@digital. Órgano Oficial de la Sociedad Espeleológica de Cuba. No. 9, diciembre, 2010, La Habana, Cuba.
Introducción
La Caverna de Tanque Azul, ubicada en la costa Norte de la provincia de Holguín, ha sido siempre un accidente cársico que ha llamado la atención, tanto a los espeleólogos cubanos como de otras latitudes, que se han asomado a la dolina de entrada y han visto, en su fondo, impresionantes galerías inundadas y sumidas en la más absoluta oscuridad. No es hasta 1984 en que los miembros del Grupo Espeleológico Felipe Poey de Gibara se adentran algunos metros en su interior utilizando escafandras autónomas, dando crédito de la existencia de extensas galerías y salones, aunque solo se avanzó unas cuantas decenas de metros por la mala calidad de los equipos y la poca experiencia de los espeleólogos (Guarch, 1998).
En enero de 1989, de nuevo el grupo Felipe Poey, esta vez acompañado por miembros del grupo Baní, de Banes, y espeleobuzos checoslovacos, realizan una exploración más completa y la primera cartografía del sistema. Aunque se dejaron numerosas galerías sin explorar, era ya para entonces, la mayor caverna inundada de Cuba con 2 600 m de recorrido (Pérez y Corella, 1992). Durante la década del 1990 se efectuaron diversas expediciones a la caverna aumentándose cada vez más su espeleometría. En estas expediciones, algunas contemplativas, otras con fines biológicos o de prospección, participaron diversos grupos de España, Estados Unidos y Venezuela, entre otros.
En 2001 se realiza una gran expedición en la cual participaron, junto a miembros de los grupos Cristal, Carso y Felipe Poey, pertenecientes a la Sección de Espeleobuceo del Comité Espeleológico Provincial de Holguín, espeleólogos alemanes y austriacos, como parte de un proyecto realizado entre el mencionado Comité y el Departamento de Geografía de la Universidad de Salzburgo, Hellbrunner, Austria y con el apoyo del Departamento de Arqueología del centro de investigaciones ambientales de (CISAT) y de la dirección provincial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en Holguín. En esta oportunidad se realizó un plano más detallado de la caverna y se exploraron varias galerías que quedaban como incógnitas, llegándose a mapear un desarrollo total de 3 200 m. En otro sentido, se hicieron diversas observaciones e investigaciones, sobre génesis y evolución del antro, tipos de depósitos, fauna, se fotografió y filmó la cavidad.
En marzo del 2002 se realizó otra expedición que solo logró añadir 35 m más, ya que las galerías se presentaban muy confinadas y con grandes escollos para realizar progresión segura. Al momento de publicar esta contribución, Tanque Azul tiene una espeleometría de 3 235 m, mantiene su condición de mayor cavidad inundada de Cuba y continua las posibilidades de aumentar su longitud, al mismo tiempo puede aportar valiosos datos acerca de la dinámica y evolución subterránea del carso de la región.
Descripción geográfica y geológica
Esta caverna está situada en el municipio de Gibara, a solo 3 km al sur de la playa de Caletones, provincia Holguín; a unos 18 km al oeste de la ciudad de Gibara. Las coordenadas de la entrada son X: (559,800) Y: (281,400), de la hoja 4979-I, escala: 1:25 000 del ICGC. Los conductos se desarrollan dentro de la Llanura Costera Guirito –Punta de Mangle, región emergida durante el cuaternario y compuesta por rocas sedimentarias pertenecientes a la formación geológica Jaimanitas, compuesta por calizas arrecifales biodetríticas masivas carsificadas (Trujillo y Vega, 1994). Estas son fosilíferas, conteniendo por lo general conchas bien preservadas y corales de especies actuales y en ocasiones biohermos. La coloración predominante es blancuzca o amarillenta, con edad calculada del pleistoceno superior (Jakus, 1985).
Por debajo de esta formación, subyace la formación Vásquez, compuesta por calizas de color crema, amarillento o blancuzco, el primero, con una estratificación enmarcada en general, por los cambios litológicos. Su edad se ha calculado en mioceno inferior al medio. La mayor parte de los conductos de la caverna se excavan en el contacto entre ambas formaciones aunque existen sectores dentro de Jaimanitas y otros más profundos dentro de Vásquez. El tipo de carso que se presenta es de Litoral y de Terrazas Marinas (Núñez, et al. 1984), donde aparecen extensas zonas en que aflora la roca estructural con campos de lapiaz. La altura sobre el nivel medio del mar no sobrepasa los 10 m, observándose a todo lo ancho y largo de ella numerosas depresiones, muchas veces inundadas por las aguas subterráneas (García, 1982). En toda esta zona no existen ríos, por tanto, la evacuación de las aguas pluviales se hace a través de la infiltración, lo cual ha motivado importantes acuíferos.
Características morfológicas
Tanque Azul posee una espeleometría de 3 235 m, con una profundidad máxima desde la superficie de 21 m; aguas transparentes con visibilidad superior a los 20 m. La caverna comienza en una gran dolina, de 30 m de largo por 15 de ancho, con profundidad máxima de 6 m. En el fondo existen grandes rocas originadas al desplomarse la bóveda cavernaria. Hacia el este y oeste de la dolina parten sendas galerías inundadas, conformando el principal desarrollo de la caverna. Las galerías son amplias, sobrepasando muchas veces los 5 m, los techos son elevados no existiendo pasos estrechos en la mayor parte del recorrido, también posee extensos salones.
La temperatura del agua oscila entre 25 y 26 °C en verano, mientras que en invierno se hallan entre 18 y 19 °C. En la parte superior el agua es salobre, mientras en las zonas más profundas es dulce. En ellas existe una fauna compuesta principalmente por peces ciegos (Lucífuga gibarensis), Reimpedía sp y anguilas del género Rostrata. En la entrada de la cueva abundan los camarones y algunas especies de peces de agua salobre los cuales no han sido estudiados. Vista en planta, Tanque Azul se presenta como una caverna laberíntica, con abundantes salones y galerías en dirección este y oeste, aunque hay ramificaciones norte y sur. Esta dirección del cavernamiento es originada debido a que los conductos siguen la dirección de la red de agrietamiento regional, el cual no solo ha regido la dirección de los conductos de la caverna, sino de otras que se encuentran en los alrededores.
El perfil longitudinal muestra una cavidad no muy profunda, sin desniveles notables, con sectores de altimetría variable; sin embargo, la conexión entre estos se produce de forma suave, a través de planos inclinados poco pronunciados. Las formas cavernarias de erosión están representadas por galerías gravitacionales, conductos a presión y de conjugación. Hidrología. Condiciones primarias de carsificaciónLa llanura costera Guirito – punta de Mangle se comporta como un holocarso, donde está bien definida las zonas hidrodinámicas del sistema, encontrándose la de saturación a pocos metros de la superficie, lo cual da lugar a que las depresiones existentes se encuentren, en la mayoría de los casos, anegadas por el agua subterránea y se formen en algunos puntos zonas pantanosas.
El drenaje de toda la región es mixto, ya que una gran parte de las aguas que por ella circulan son procedentes del escurrimiento subterráneo de las alturas de Cupeicillo que se alzan al sur de la misma y otra parte del volumen hídrico está compuesto por el drenaje autóctono que se incorpora al sistema a través de las abundantes formas de admisión, tanto puntuales como areales que se hallan en numerosos puntos de la llanura. Es importante señalar el aporte del mar con gran infiltración de agua salada en circulación al interior del territorio y se mezcla con las que avanza subterráneamente hacia el litoral. Esta mezcla de aguas, ha traído una serie de implicaciones morfoestructurales y de aceleración de los procesos glyptogénicos, actuando como un catalizador en la disolución de las calizas, proceso este ya descrito por Gams (1965) como uno de los más agresivos a la caliza, en especial en la zona de saturación del acuífero.
En la llanura, están presentes numerosas formas del modelo cársico, existiendo formas absorbentes, como leptoclasas, diaclasas, ponores y dolinas, formas de conducción representadas por las cavernas y las de emisión, constituidas por grietas bajo la superficie del mar, las cuales drenan aguas cársicas con cierta presión (Corella, Echtinger y Guarch, 2000). Dentro de los factores antecedentes al proceso de carsificación, se puede citar como el más importante el agrietamiento regional, muy bien representado por diaclasas, la mayor parte de ellas de distensión, que mantienen un rumbo N–S y E–O abriéndose en las intersecciones de estas las bocas de las dolinas de acceso a las cavernas. Se considera que la porosidad no fue un factor determinante en los procesos de carsificación, poco potente en estos tipos de rocas al igual que la estratificación, que no se encuentra muy bien representada.
Procesos hidrodinámicos
La génesis y evolución de la caverna Tanque Azul no se aparta mucho de los procesos ocurridos en la mayor parte de las cavernas originadas en condiciones parecidas en otros puntos de la isla. Ella tiene mucha similitud con las cavidades existentes en la Llanura Cársica Meridional del Sur de La Habana, descritas por Núñez (1967), bajo el nombre de “Cuevas Freáticas tipo Astón” y que también han sido encontradas en otras regiones de Cuba, por ejemplo en la zona norte de Sancti Spiritus (Núñez, et al 1984) y Cabo Cruz, Granma (Guarch, 1998). En otras latitudes han sido halladas cavernas similares como en Yucatán, México (Lloret y Ubach, 1993), en las Bermudas (Iliffe, 1993) y otros puntos del Caribe y el Atlántico.
Al aplicar la Tipología de las Formas Cársicas Negativas (Molerio, 1988), se puede clasificar esta cavidad como directa–corrosiva, de caudal mixto y con funcionamiento permanente, por ser una caverna abierta en la zona de oscilación del acuífero y en la actualidad sus galerías se hallan inundadas
En cuanto a la evolución de la cavidad, se puede decir que Tanque Azul, al igual que la mayor parte de las cavernas aledañas, ha pasado por una serie de procesos y estadíos relacionados en directo con movimientos glacieustáticos ocurridos durante los glaciares del cuaternario, los cuales han dejado inequívocas huellas en los conductos, fenómeno este, que se repite en otras zonas de Cuba y el resto del Caribe (Molerio, 1998). Estos diferentes estadios se pueden agrupar de la siguiente forma:
En sus inicios se comenzó a excavar los conductos a través del ensanchamiento de las diaclasas preexistentes, motivado por los procesos glyptogénicos, donde predominó la corrosión subaluvionar y es posible la mezcla de aguas, en dependencia de la influencia de los distintos aportes hídricos en esa etapa. Es posible al final de la misma, se produjeran procesos glyptoclásticos monorreticulares, actualmente enmascarados, ocasionando la ampliación tridimensional de los conductos y originándose los salones de la caverna.
Luego ocurrió un descenso de las aguas subterráneas como consecuencia del descenso del nivel del mar, debido a las glaciaciones cuaternarias continentales, lo cual conllevó a que las galerías quedaran desaguadas, en muchos casos en su totalidad. Tuvieron lugar entonces grandes procesos reconstructivos litoquímicos en casi la totalidad de la caverna. Esta etapa, según datos obtenidos por fechado de espeleothemas, pudo estar comprendida entre unos 100 000 a 50 000 A.P. coincidiendo aproximadamente con períodos de los últimos máximos glaciales, entre los 128 000 y los 67 000 BP (Molerio, Guerra, Rocamora y Pajón, 1998).
Durante este tiempo, debió de existir una intensa circulación hipodérmica capilar y una gran cantidad de factores positivos para propiciar un fuerte desarrollo de los depósitos reconstructivos, los cuales en la actualidad, cubren gran parte de los conductos subterráneos. Los procesos glyptogénicos predominantes fueron, aparte de la corrosión subaluvionar, la corrosión autóctona, mezcla de aguas y, es posible por la corrosión producida por las aguas de condensación. En este período comenzaron a producirse grandes desplomes ocasionados por procesos graviclásticos, adquiriendo la caverna mayores dimensiones y son los que originaron los bloques que se observan en el piso. El proceso de dolinización, en la actual entrada de la caverna, que es una típica dolina de corrosión y desplome, debe estar asociado a esa etapa.
Un nuevo ascenso de las aguas subterráneas, al final de un período glacial en que las galerías quedaron de nuevo anegadas, paralizó los procesos reconstructivos litoquímicos. Aquí se reactivó la corrosión subaluvionar y la mezcla de aguas, produciéndose procesos corrosivos intensos. Este es el estadío en que se halla la caverna en el presente.
Si se tiene en cuenta el fechado de los espeleothemas, se puede observar que entre el presente y el fechado más antiguo (100 000 A.P.), existen dos eventos climáticos importantes, el interglaciar Sangamon y la glaciación Wisconsin, por ello los ascensos y descensos de las aguas subterráneas y por tanto, inundaciones y avenamiento de galerías, debieron ocurrir durante ese intervalo de tiempo incidiendo en los procesos sedimentarios cavernarios de todo tipo. SedimentosHasta estos momentos los únicos tipos de sedimentos que se han podido reconocer en esta cavidad son dentro de los autóctonos, los reconstructivos litoquímicos, clásticos y terrígenos y dentro de los alóctonos, los terrígenos biodetríticos.
Autóctonos. Sedimentos litoquímicos
La morfología reconstructiva o litoquímica se halla muy bien representada, ya que aparecen numerosas manifestaciones en la mayor parte de los conductos. Estas formaciones se originaron en un período seco de la caverna (100 000 - 50 000 años antes del presente). Para el fechado absoluto se tomaron dos muestras estalagmíticas. La primera de estas muestras fue tomada de un espeleothema que se encontraba a 19 m bajo en nivel del mar y la segunda a 12 m. Es casi seguro que durante este lapso de tiempo la caverna haya pasado por varios períodos que alternaban entre secos y húmedos, pues han aparecido formaciones con recristalizaciones asociadas a estas condiciones. Dichos procesos de recristalización son parecidos a los que se han identificado en numerosas cavernas cubanas y de otras partes del mundo sometidas a procesos evolutivos similares (Pomar, Ginés y Ginés (1976), para el carso de Mallorca). De acuerdo con la distribución espacial, aparecen espeleothemas cenitales como estalactitas climáticas, fungiformes, isotubulares y mixtas, parietales, mantos y coladas y pavimentarias representadas por estalagmitas mixtas, pagodas, palmeras y columnas.
Clásticos
Estos tipos de sedimentos, indicadores de los períodos de ampliación tridimensional de los conductos, son de suma importancia dentro de la caverna y cubren un área muy extensa de los pisos. Los derrumbes más importantes por su magnitud, desarrollo y extensión son los graviclásticos, producidos por la acción de la gravedad y a cierta disolución que ocurre siguiendo las líneas de las grietas de disyunción (Molerio, 1973), y que se reconocen en la dolina de acceso. En este lugar se forma un inmenso cono que oculta casi en la totalidad el piso original de la dolina y obstruye parcial o en su totalidad algunos conductos. En el resto de la caverna se hallan casi siempre en los salones, formando acumulaciones importantes.Todo parece indicar que hubo un período de intensos procesos clásticos en la región, quizá originados en un lapso de tiempo cuando se intensificaron los fenómenos sísmicos, o tal vez por otros factores no conocidos. El otro tipo de depósito clástico lo constituyen los quimioclásticos, encontrados en sectores de la galería oeste, pero no son de la magnitud de los anteriores.
TerrígenosDentro de estos tipos de sedimentos se encontraron abundantes depósitos de arcillas muy finas correspondientes con los procesos glyptogénicos o de disolución de las calizas. Originados por el residuo insoluble de la arcilla contenida en las rocas, que al disolverse estas, quedan suspendidos en el agua y luego por su peso específico se redepositan en los pisos cavernarios. Dichas arcillas son amarillas o rosáceas y por lo general se encuentran en las partes más profundas de la caverna, tapizando los pisos de las galerías y los bordes de los salones. Alóctonos. TerrígenosEstán representados solo por depósitos terrígenos de origen biodetríticos, formados por los materiales exteriores arrastrados por el flujo hipodérmico concentrado a través de la dolina de acceso y también por numerosas grietas abiertas al exterior y que comunican con los techos en diversos puntos de la cavidad. Se hallan por o general concentrados en el fondo de la dolina y en la entrada de las galerías que comunican con ella y, con menor intensidad, en contados sectores de la espelunca, donde existe comunicación con el exterior, a través de grietas. Poseen un color pardo oscuro.
Nota final
La caverna de Tanque Azul es la de mayor espeleometría, dentro de su tipo, que existe en el país hasta la fecha. La caverna ha experimentado un proceso evolutivo complejo en el cual intervinieron, de manera singular, ciertos factores climáticos y estructurales, asociados a los eventos de cambios de nivel de base, al menos, desde la glaciación de Wisconsin y en alguna medida con aquellos vinculados con paleosismos.
No es, en lo absoluto, un accidente aislado, sino que forma parte de un interesante Sistema Cavernario o Subterráneo en el cual se han identificado, hasta el momento, más de 30 cavernas con las mismas características morfogenéticas excavadas en el mismo contexto geológico y estructural. Algunas de ellas se destacan tanto por su desarrollo horizontal como por el desnivel total, como son los casos de Cristalito y El Macío.
Otro aspecto interesante es la juventud de esta caverna, ya que las rocas en que se excavó forman parte de una llanura que emergió durante el cuaternario, por lo cual los procesos cársicos ocurridos en la zona son muy recientes y dinámicos, existiendo varias transgresiones marinas que afectaron la morfología cavernaria.
En estos momentos esta espelunca ha sido propuesta por el Comité Espeleológico de la provincia para desarrollar en ella el turismo, debido a su belleza natural, considerándose apta para en esos fines, siempre que se tomen las medidas necesarias para no afectar su equilibrio, tanto biológico, morfológico, como dinámico.
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Tomado de la Revista Digital El Explorador nº 83.
FAE,.-