El Escarabajo Verde
Los espeleólogos acostumbran a definir su actividad como una pasión. Debe serlo, ya que adentrarse en el interior de una cueva y bajar cientos de metros con poca iluminación y sin saber qué peligros acechan en la ignota cavidad sólo se entiende desde esa arrebatada afición a lo inexplorado. Sin duda, la espeleología es una actividad de riesgo.
Por otro lado no se trata de una aventura gratuita; entrar en una cueva supone una fuente inacabable de datos científicos. Hemos querido comprobar lo que ocurre en un descenso de más de 500 metros y para ello "El Escarabajo Verde" ha acompañado al Grupo de Exploraciones Subterráneas de la Sociedad Excursionista de Málaga en su incursión a la Sima del Aire, la cavidad de mayor desarrollo horizontal de Andalucía, con más de 10 kilómetros de extensión.
Los espeleólogos acostumbran a definir su actividad como una pasión. Debe serlo, ya que adentrarse en el interior de una cueva y bajar cientos de metros con poca iluminación y sin saber qué peligros acechan en la ignota cavidad sólo se entiende desde esa arrebatada afición a lo inexplorado. Sin duda, la espeleología es una actividad de riesgo.
Por otro lado no se trata de una aventura gratuita; entrar en una cueva supone una fuente inacabable de datos científicos. Hemos querido comprobar lo que ocurre en un descenso de más de 500 metros y para ello "El Escarabajo Verde" ha acompañado al Grupo de Exploraciones Subterráneas de la Sociedad Excursionista de Málaga en su incursión a la Sima del Aire, la cavidad de mayor desarrollo horizontal de Andalucía, con más de 10 kilómetros de extensión.
