17 enero 2009

Apenas 3000 euros por expoliar una cueva en Cantabria

De los dos años de cárcel que se les condena no cumpliran ni un día.



SANTANDER, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -


El Juzgado de lo Penal número 2 de Santander ha condenado a un año y medio de cárcel y al pago de una multa de 3.840 euros a dos hombres que fueron sorprendidos realizando excavaciones en el interior de la cueva de Cobrantes y con 75 piezas clasificadas ya en dos bolsas y "dispuestas para su expolio".
Los dos acusados, Diego GC.D. y Santiago B.H., deberán además asumir los gastos necesarios para la reposición del yacimiento a su estado inicial, ya que durante las excavaciones que realizaron desfiguraron los perfiles estratigráficos y, por ello, ahora ya no es posible datar de qué periodo proceden los restos existentes en el lugar.
El importe total de los daños y perjuicios causados y el valor de reposición de la zona al estado precedente no ha sido determinado. La sentencia --fechada el pasado 15 de diciembre y conocida hoy-- señala a modo orientativo que los trabajos para obtener las líneas definitorias de cada estrato del yacimiento costaron unos 12.000 euros cuando se realizaron en el año 1990. Y a eso habría que añadir el valor de las 75 piezas que tenían preparadas para llevarse de la cueva.
Según se explica en la sentencia, los hechos por los que han sido condenados estos dos hombres ocurrieron en el año 2006 cuando los acusados, "conociendo la importancia de los restos arqueológicos" existentes en el interior de la cueva accedieron a su interior al menos en dos ocasiones entre los meses de enero y abril, saltando para ello la verja de hierro y provistos de "instrumental adecuado".
Así, en sus incursiones en la cueva de Cobrantes, situada en el Monte Mullir, en San Miguel de Aras, e incluida en el Inventario Arqueológico Regional, llevaban martillos de gema, rastrillos, guantes y luces, y realizaron "diversas rebuscas y excavaciones, incluso reexcavando diversos sondeos realizados previamente por personal autorizado".
El 9 de abril fueron sorprendidos tumbados en el suelo, en el borde de la zona de cata previa, dotados de guantes y el demás instrumental. Además, tenían dos bolsas en las que habían clasificado 75 piezas, que ya han sido entregadas al Servicio de Patrimonio Arqueológico de Cantabria.
La Defensa alegaba que no había intencionalidad y que los acusados sólo buscaban fósiles, pero el juez no acepta esa tesis, entre otras cosas, porque los condenados sabían de la existencia del yacimiento, saltaron la verja e iban provistos de instrumental adecuado.
Por todo ello, les condena como autores de un delito contra el patrimonio histórico, con la atenuante de dilaciones indebidas, y les impone a cada uno de ellos un año y medio de prisión, multa de 3.840 euros y la obligación de indemnizar al Gobierno de Cantabria por los gastos para la reposición del lugar a su estado original y, si no fuera posible hacerlo, a indemnizarle por los daños.



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